En el 1945 la junta de planificación de Puerto Rico, organizó el actual mapa oficial de Salinas donde se amplió la zona urbana y se incluyeron parte de los barrios rurales Aguirre, Lapa y Río Jueyes.
El barrio rural Aguirre se
subdividió en: Central Aguirre, Coquí, San Felipe y Aguirre.
La fecha conmemorativa de la fundación de Salinas se toma a partir de la constitución de la primera Junta de Vecinos (hoy asamblea municipal),cuando queda establecida la administración del nuevo pueblo, hecho que ocurre el 22 de julio de 1841. Por enfrentar dificultades económicas en su
desarrollo, en 1847 Salinas fue anexado a Guayama hasta 1851 cuando se restituye el municipio. El 30 de septiembre de 1898, a raíz de la guerra hispanoamericana, el Ejército de los Estados Unidos toma posesión de nuestro municipio.
En 1902 el nuevo régimen lo disuelve y lo agrega
nuevamente a Guayama, hasta el 1905 que no se devuelve hasta el presente la municipalidad.
uando arribaron a la isla los conquistadores españoles en 1493 la región donde se encuentra el Municipio de Salinas estaba habitada por los índios Taínos. El territorio fue denominado por los europeos con el nombre de abeyno, porque era regido por un cacique indígena al que llamaban Abey. El río y los grandes depósitos de sal en la costa también fueron identificados con el nombre del cacique: río de Abey y las salinas de Abey. La guerra taíno-española del 1511 provocó el destierro de Abey a Santo Domingo junto a otros 15 caciques, y como resultado del enfrentamiento se produjo la aniquilación de la sociedad taína. Los nuevos pobladores comenzaron a habitar el suelo salinense y ya para el Siglo XVII ocupaban el área dedicándose a la agricultura, pesca y saca de sal. Levantaron una comunidad de familias que para el 1776 la señalaban como el barrio de las salinas de Coamo.
El crecimiento social y económico de las salinas motivó interés en separarse de Coamo para lograr mejores controles de los propios asuntos del barrio. En marzo de 1840 el salinense don Agustín Colón Pacheco había sido nombrado Capitán General (gobernador), con la misión de organizar el Gobierno Municipal del nuevo pueblo de Salinas.
Salinas pertenecía a la parroquia de Coamo y por Real Orden de 1847 se incorpora al territorio de Guayama.
En el 1851 se declaró parroquia independiente y contaba con los siguientes barrios: Pueblo, Quebrada Honda, Quebrada Yeguas, Aguirre, Collado, Río Jueyes y Palmas.
En el 1945 la junta de planificación de Puerto Rico, organizó el actual mapa oficial de Salinas donde se amplió la zona urbana y se incluyeron parte de
los barrios rurales Aguirre, Lapa y Río Jueyes. El barrio rural Aguirre se subdividió en: Central Aguirre, Coquí, San Felipe y Aguirre.
La fecha conmemorativa de la fundación de Salinas se toma a partir de la constitución de la primera Junta de Vecinos (hoy asamblea municipal), cuando queda establecida la administración del nuevo pueblo, hecho que ocurre el 22 de julio de 1841. Por enfrentar dificultades económicas en su desarrollo, en 1847 Salinas fue anexado a Guayama hasta 1851 cuando se restituye el municipio. El 30 de septiembre de 1898, a raíz de la guerra hispanoamericana, el Ejército de los Estados Unidos toma posesión de nuestro municipio. En 1902 el nuevo régimen lo disuelve y lo agrega nuevamente a Guayama, hasta el 1905 que no se devuelve hasta el presente la municipalidad.
Por décadas a Salinas se le ha conocido por el cognomento de el “Pueblo del Mojo Isleño”.
El “mojo isleño” es una sabrosa salsa que se utiliza para mojar el pescado frito que se consume aquí. La rojiza mezcla tiene como ingredientes principales, salsa de tomate, aceite, ajo, hoja de laurel y abundante cebolla. Las historias que se han narrado aseguran que fue en Salinas donde se creó este delicioso plato. Unos han contado que fue un nativo de las islas Canarias, apodado “el isleño” quien arribó a la Playa salinense y enseñó a los playeros a preparar el mojo. Pero la versión más aceptada es que fue doña Euladia Correa, nacida en la Playa en 1898, quien con su particular fórmula atrajo los más exigentes paladares a su bohío, y posteriormente a su conocido restaurante, dando a conocer en todo Puerto Rico ese exquisito manjar.
Su arte culinario provocó que a Salinas se le bautizara como el “Pueblo del Mojo Isleño”. El Departamento de Agricultura y Comercio le otorgó a doña Ladí una medalla por su contribución al fomento de la economía del país. El periodista Rafael Pont Flores la llamó la Reina de los Tostones, con lo que tradicionalmente se acompaña el pescao al mojo. Se decía en toda la Isla que en Salinas se comía el mejor pescao de Puerto Rico. Luego proliferaron en la Playa varios y muy buenos restaurantes especializados en mariscos y en la preparación del famoso “mojo isleño”. Más tarde esta actividad económica se extendió por todo el país. Pero aún son muchos los turistas y puertorriqueños que visitan Salinas en busca de saborear su reputado...”mojo isleño”.
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